No escribo a solas y si logro hacerlo es en gran parte gracias a John Rowe, quien me inició a la arqueología andina en el departamento de Antropología de la Universidad de Berkeley, a Henri Lehmann, quien me acogió en el Museo del Hombre de Paris, a Gerdt Kutscher e Immina von Schuler-Schömig, quienes me abrieron en Berlín las puertas de la biblioteca del Ibero- Amerikanisches Institut, del Lateinamerika Institut de la Freien Universität y del Museum für Völkerkunde de Berlín. Pero antes y sobre todo es gracias a Claude Lévi-Strauss, cuya sensibilidad y el estilo de su obra a la vez cientifica y literaria quedan para mi una fuente de inspiración, quien apoyó mi candidatura a un puesto de investigadora del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia desde el cual pude, en total libertad, a mi modo y ritmo, tratar de contribuir a la elaboración de una historia de las sociedades andinas.
Y no escribo a solas porque, desde 1970 y donde esté, lo hago con o pensando en mis hermanos, hijos, nietos y en tantos amigos de aquí y de allá... Todos recordarán espero el placer de algunos momentos compartidos en el campo o en las ciudades, en particular trabajando en el Instituto Frances de Estudios Andinos en Lima (IFEA), tratando de concebir, proponer y realizar proyectos de desarrollo descentralizados y organizando institutos de Estudios Regionales (IER) en la Universidad Nacional de Piura (UNP) y de Investigación y Apoyo al Desarrollo Local- Regional (CIADL-R) en la de Loja (UNL), en donde seguimos soñado con la constitución de una región binacional andina que integraría el sur del Ecuador y el extremo norte del Perú…
Les dejo descubrir el presente sitio donde mi hermano trató de reunir mis publicaciones para permitirles leerlas, por la magia del click, empezando abriendo una de las 8 Secciones que les propongo:
Si necesitan más detalles también pueden acceder a la mensajería que me pondrá en contacto con Vds e intentaré contestarles...o mas directamente acudiendo al click aqui mismo @ o arriba de la presente pagina.
Que lejos nos fuimos de ti, pájaro-tambor, abre tus alas, toca con cariño, despacio y profundo. Ritma un canto de poeta, lo necesitamos para vivir...